Seguridad y salud en la escuela

Cuando los padres envían a sus hijos a la escuela, quieren estar seguros de que los niños están en un entorno seguro. Del mismo modo, los profesores también necesitan estar seguros de que los alumnos están protegidos durante las horas de aprendizaje. Por eso, las normas de seguridad e higiene adecuadas son un requisito para que los colegios mantengan a sus alumnos y al personal en un entorno protegido.

Seguridad y salud en la escuela

¿Cómo se aplica la seguridad y la salud en un colegio, escuela o academia?

Una escuela no empieza y termina con los alumnos, los profesores y el director: hay una serie de órganos de gobierno, organizaciones benéficas y empleadores que ayudan a otros miembros del personal. Por lo general, es el empleador quien decide qué normas de salud y seguridad deben ejecutarse. El empleador puede ser una autoridad local, un propietario, un fideicomiso, una organización benéfica, un consejo de administración o una empresa. Es responsable de garantizar que los riesgos potenciales para los niños o el personal se gestionen de forma razonable.

La normativa se transmitirá a los miembros del personal, que pueden necesitar algún tipo de formación para asegurarse de que los procedimientos de salud y seguridad se llevan a cabo día a día. La responsabilidad legal general sigue siendo del empresario.
A la hora de decidir qué políticas de salud y seguridad deben introducirse, el empresario debe llevar a cabo una evaluación exhaustiva de la gestión de riesgos para identificar, analizar, clasificar, tratar y controlar los riesgos. Por ejemplo, el empresario puede identificar que los alumnos podrían quemarse con un radiador caliente y colocar un cubre radiador para reducir el riesgo.

Para ayudarle a identificar los riesgos que debe tener en cuenta en su centro de enseñanza, puede descargar una útil lista de comprobación que le lleva por todos los riesgos más comunes, así como por algunos de los más infrecuentes.

¿Cómo son los riesgos en una escuela?

En una escuela, hay algunos entornos que pueden considerarse de bajo riesgo, por ejemplo, un aula de matemáticas. El riesgo puede aumentar en otras zonas, como los laboratorios de ciencias, los estudios de arte o teatro o las zonas exteriores, como las pistas de tenis. Los peligros de estas zonas serán muy diferentes a los de un aula, por lo que es necesario evaluarlos y tomar precauciones para reducir el riesgo de daños.

También puede haber riesgos adicionales, como las carreteras. Por ejemplo, si sólo se puede acceder al campo de la escuela cruzando una carretera, podrían establecerse procedimientos adicionales. Puede ser que los alumnos sólo puedan cruzar esta carretera con un profesor u otro miembro del personal presente.

Si un empleado de la escuela cree que hay un problema de salud y seguridad que no se ha abordado antes, debe hablar con el director, que puede hablar con el empresario para que se tomen más precauciones.

Cumplir las normas de salud y seguridad no tiene por qué ser difícil. Puede ser tan sencillo como colocar un cartel en el aula de ciencias que recuerde a los alumnos que deben llevar las gafas de seguridad.

¿Por qué es importante la salud y la seguridad en las escuelas?

Cuando los niños van a la escuela, es responsabilidad de ésta mantenerlos seguros. También es responsabilidad de la escuela mantener la seguridad del personal.

Cuando la Oficina de Normas de Educación (OFSTED) realiza una inspección, puede buscar peligros o preguntar a los alumnos si se sienten seguros en la escuela. La seguridad de los alumnos forma parte de la norma para obtener una clasificación «sobresaliente» de la OFSTED. Para prepararse, podría utilizar un cuestionario que se envía a todos los alumnos para determinar si tienen alguna preocupación y abordarla.

Si un niño sufre un daño cuando asiste a la escuela y no hay normas de seguridad e higiene, los padres podrían presentar una reclamación por daños y perjuicios y podrían tener derecho a una indemnización si ganan.

Cómo hacer una evaluación de riesgos para una excursión escolar

Las excursiones escolares pueden tener muchos beneficios para los alumnos. Tanto si se trata de un viaje corto a la galería de arte local como de unos días a una ciudad para conocer su cultura, los alumnos pueden aprender mucho. Sin embargo, algunos centros escolares pueden evitar organizar días de excursión porque están preocupados por el control de la salud y la seguridad fuera del recinto escolar.

Para preparar el viaje hay que realizar una evaluación de riesgos. La evaluación incluirá una lista de riesgos potenciales y realistas y los sistemas que se pondrán en marcha para reducir los riesgos o eliminarlos por completo.

Debe haber una comunicación clara con los padres para que sepan exactamente cuándo es la excursión, qué deben llevar los niños en la maleta, a dónde irán (con una dirección exacta) y datos de contacto suficientes de los profesores y del hotel (si se trata de una pernoctación).

Los profesores deben tener en cuenta los riesgos y tomar precauciones para evitarlos. Por ejemplo, debe haber al menos tres profesores que acompañen a los alumnos cuando caminen: uno en la parte delantera guiando el camino, otro en la parte trasera para asegurarse de que nadie se pierde o se aleja, y otro en el centro. Debe hacerse un registro frecuente para asegurarse de que todos los alumnos están presentes.

La evaluación de riesgos debe mostrar pruebas de la planificación de la excursión, la identificación de los peligros realistas y las medidas que los profesores tomarán para evitar que nadie sufra daños.